jueves, junio 04, 2015
Quise volver entre la oscuridad, aunque la luna me salvo mil veces y mis dedos a tientas rozaron tu cuerpo. La noche se la trago el silencio, la hizo sucumbir con su vacío desgarrador y yo sin ti y sin mi, me quede esperando que la luz del sol se deslizara bajo la puerta, bajo mis párpados encandilados de oscuridad.
Vengo de la montaña. He cruzado valles y ríos profundos, sólo para llegar a ti, en esta plena oscuridad, donde los pájaros se han olvidado despertar y cantar, donde los leones no saben donde ir. He llegado hasta aquí para prender fuego al bosque y desnudar toda oscuridad, todo pecado oculto. Escucharte llorar en esta fría madrugada de repentinas lluvias. Me quedare esperando que Dios recoja las cenizas y las almas perdidas, hasta que llegue el nuevo amanecer, hasta que Dios siembre la tierra nuevamente.
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