Amanecí entre la humedad y la nostalgia. venia desde las profundidades, de un viejo océano, de un niño corriendo entre los arboles, mientras el sol quemaba el horizonte. vengo de tan lejos que ya no se quien soy, y quien me amo entre las cañas de azúcar o bajo las eternas lluvias del sur o cuando mi madre, acaricio por ultima vez mi pelo. tan lejos queda el olvido, mas allá del amor, quizás mas allá de la muerte.
He venido de tan lejos que los ángeles no me reconocen, ya las estrellas no son las mismas. y Dios, se quedo mirándome y se marcho.