lunes, octubre 24, 2005

oscuridad

La madrugada comenzo sin ti, mientras la noche se llevaba nuestras almas, y las estrellas caían en tu pecho como mariposas indecisas, pronto extrañe tus ojos iluminando las sombras, iluminado el sendero de los ángeles, iluminando el vuelo de los pajaros olvidados. Entonces subí a la cima y te busque entre las nubes, en el silencio tampoco estabas, ni en la melancolía, ni en la soledad. De pronto el ultimo rayo de sol desapareció entre las copas de los arboles. y te vi, casi transparente, apenas aferrada al crepúsculo, dejandome el ultimo destello, el ultimo resplandor, antes de dejarme en el olvido, en plena oscuridad.