Quise volver entre la oscuridad, aunque la luna me salvo mil veces y mis dedos a tientas rozaron tu cuerpo. La noche se la trago el silencio, la hizo sucumbir con su vacío desgarrador y yo sin ti y sin mi, me quede esperando que la luz del sol se deslizara bajo la puerta, bajo mis párpados encandilados de oscuridad.
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