miércoles, noviembre 11, 2009

viaje

Mientras flotaba en el universo y miraba tu cara sonriente, la luna parecía llorar, tan triste y solitaria. y yo aquí tan lleno de amor, acariciando tus pechos de Venus, acariciando tu pelo que enciende la noche, noche sin estrellas, solo algunas ya muertas que divagan sin rumbo alguno.
Y la noche se escapa de mis manos sedienta de eternidad, abrazando otros planetas mas olvidados, dejandose llevar por alguna estrella fugaz que algunos ángeles lanzaron en una noche de fiesta.