martes, noviembre 03, 2009

Tus pies descalzos a la orilla del barranco, el viento mueve tus cabellos y tu vestido azul. algunas mariposas te confunden con el mar, otras con tu boca y un panal. y yo a la deriva solo te miro, divagando en el deseo de quemarme con tu sol, que todo lo enciende, que todo lo consume, hasta la ultima lluvia que se evaporo entre tus piernas. y tus dedos de calor infinito y tu boca de bosque de eucalipto, donde los pajaros se pierden cuando cae la noche, noche estrellada llena de espasmos y meteoros que se pierden en tu ombligo.